lunes, 5 de marzo de 2012

Montaje Y Marco Teorico Definitivos

6.-                                   La mirada de los sin voz


El CECOSF (centro comunitario de salud familiar), fue fundado  el 13 de octubre del 2006, perteneciente a la Municipalidad de Talcahuano, bajo el mandato del alcalde Leocan Portus.
Los centros comunitarios, corresponden a un sector de un CESFAM, y que debido a su lejanía se instalan en lugares específicos de alguna población.
Actualmente este CECOSF tiene una población aproximada de 13.000 habitantes,  compuesta en su mayoría por adultos y adultos mayores, con domicilio en los sectores medio camino, Sta. Leonor y Carlos Condell  de Talcahuano.
El equipo de salud lo componen 33 funcionarios, dentro de los cuales hay tres médicos, dos enfermeras, dos matronas y actualmente ninguna nutricionista.
Es debido al escaso personal y a las fallas en la gestión del establecimiento, que se han desarrollado prácticas dentro de la misma la comunidad, que si bien contribuyen a la solución del problema, plantean un dilema ético, social y posiblemente legal. Específicamente la escasez de horas médicas y el sistema mediante el cual se otorgan, es quizás uno de los más importantes. Como una forma de paliar esta problemática se ha instaurado, incluso a sabiendas de los funcionarios del CECOSF, la venta de horas médicas,  cuyos perjudicados y a la misma vez dudosamente beneficiarios son el grupo de la población más vulnerable, entendiéndose adultos mayores y embarazadas principalmente. De no existir este sistema los pacientes se verían obligados a presentarse cada vez que lo necesiten a las 4 o 5 de la mañana para poder obtener algún cupo de atención.
Muchos de estos adultos mayores poseen alguna discapacidad, son solos y no cuentan con una red social y familiar que los apoye en estos casos, por lo que  presentarse a tal hora de la madrugada es prácticamente imposible.
Así es como personas anónimas y ajenas, se instalan muy temprano para obtener hora a médicos u otros profesionales con el fin de lucrar y obtener ganancias, vendiendo este cupo a las personas que realmente lo necesitan.
Surgen a raíz de esto muchos problemas de índole social. Para empezar, un gran número de pacientes no logra obtener hora para ser atendidos aun presentándose a las horas establecidas. Segundo, la población que por necesidad se beneficia con esta práctica ve disminuidos sus ingresos mensuales, pagando por un servicio que por derecho debería estar garantizado, y finalmente la conciencia de que este problema existe, pero que de ser eliminado, muchos otros se verían perjudicados, genera un ambiente enrarecido en la comunidad que convive con esta realidad.
Es de este problema del que me he interiorizado que surge la necesidad de denunciar y mostrar esta realidad, con la firme convicción de que las desigualdades y la discriminación que generan no pueden ser permitidas, más aún cuando está en juego la salud de las personas, y que las soluciones no deben provenir de la comunidad sino de los que administran y entregan un servicio, en este caso, la administración del CECOSF.





OBJETIVO:

Denunciar y sensibilizar a la comunidad sobre la venta de horas médicas a los pacientes que se atienden en el CECOSF Esmeralda de Talcahuano, junto con reconocer este problema como una consecuencia de las falencias administrativas y de cómo el actual sistema excluye a su población más vulnerable.


DESCRIPCION:


Inicié mi proyecto con un estudio a tres centros comunitarios de Salud Familiar (CESFAM Tucapel, Víctor Manuel Fernández y Paulina Avendaño Pereda) en donde descubrí grandes falencias en el sistema de dación de horas a la comunidad, en la cantidad de funcionarios, y en la gestión y administración.
Seleccioné el problema de “Venta de horas Médicas” del CECOSF Esmeralda, porque a diferencia de las otras problemáticas que conocí, ésta plantea un dilema ético y social mayor.
Utilice la fotografía como el mejor elemento unificador para reflejar la inestabilidad y falta de atención hacia la población vulnerable del CECOSF.
Mi cuerpo de obra se conforma de una serie de 6 fotografías, en donde el relato ocupa el primer plano más allá de la complejidad usada en la técnica fotográfica. Seleccioné a 2 personas dentro de la población que se atiende en el CECOSF. El primero es un adulto mayor jubilado y la segunda, una mujer adulta con un bebé de tres semanas. Los fotografié en primera instancia, dentro de  su hogar, queriendo graficar el contexto en el que desarrollan su vida diaria, en segunda instancia los retraté dentro del CECOSF. Fue precisamente aquí donde me manifestaron su mayor indignación y utilizando sus propias palabras intervine los ticket de atención con su denuncia y sus demandas. Usé deliberadamente la primera persona para demostrar que la denuncia surge de ellos mismos, pero que frente a la falta de mejores opciones están de brazos cruzados y mudos ante esta realidad.
Finalmente produje las fotografías en blanco y negro como una manera de sintetizar la imagen visual de una forma más estética y equilibrada. Utilicé un formato amplio para lograr  una mayor atención en su visualidad e interpretación.










Valentina Andrea Flores Orella


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